Manuel Murguía nació el 17 de mayo de 1833 en el lugar de Frojel, en San
Tirso de Oseiro, Arteixo, hijo de Concepción Murguía y Juan Martínez,
farmacéutico en la calle Garás de La Coruña, el cual muy pronto se establecería en
Santiago
de Compostela. Sería en este lugar justo donde Manuel presencie los sucesos
del 23 de abril de 1846 (un levantamiento liberal en Galicia que
termina con el fusilamiento de los denominados Mártires de
Carral), que él narrará más tarde en un artículo titulado "La Voz de
Galicia" con un enorme sentimiento; es de suponer que este episodio de la
historia de Galicia influyó en su
ideología romántico-liberal.
Murguía estudió Humanidades
y Latín en Santiago de
Compostela, obteniendo el grado de bachiller en 1850, y al mismo tiempo farmacia, carrera que inició por
deseo de su padre. Sin embargo Murguía tuvo muy claras sus preferencias, y así,
el interés por la literatura y la historia le hicieron abandonar la carrera para
dedicarse plenamente a su labor de escritor e investigador. En estos años, la
vida cultural de Santiago giraba entorno al "Liceo de la Juventud", donde se
daban cita estudiantes e intelectuales como Eduardo Pondal, Aurelio
Aguirre y Rosalía de Castro. A los diecisiete años
publicó su primera novela, "Desde el cielo".
El 1 de junio de 1854 Murguía publicó su primer texto en gallego, en el álbum de
Elena
Avendaño, unas seguidillas tituladas «Nena das Soidades». Murguía también
colaboraba en periódicos y revistas de la época como La Iberia y Las
Novedades, en las que consiguió mucho éxito -lo que le permitió publicar
folletines con obras como "Desde el Cielo", "Mientras Duerme", "Mi madre
Antonia", "El Ángel de la Muerte" y "Los Lirios Blancos", que lo hicieron
aparecer como una de las promesas literarias del momento.
Murguía se relacionó en Madrid, donde
se había trasladado para finalizar la carrera, con escritores como los hermanos
Valeriano y Gustavo Adolfo Bécquer, y también
con Rosalía de
Castro. Realizó una crítica de "La Flor", el primer poemario de Rosalía de
Castro, de forma que la relación entre ambos se fue estrechando hasta el punto
de comprometerse y casarse posteriormente (el 10 de octubre de 1858) en la iglesia de San Ildefonso. Es indudable que
Murguía fue una pieza de apoyo intelectual y social para Rosalía. Desde el
principio, la animó en su carrera literaria y en la publicación de obras como "Cantares
gallegos", considerada el inicio del 'Rexurdimento' literario gallego, e
incluso llegó a publicar alguna obra suya sin su consentimiento.
Manuel Murguía colaboró en el ámbito periodístico de la época, en
La
Oliva,
El Miño y
La Patria Gallega, y dirigió
El Diario de
La Coruña y
La Ilustración Gallega y Asturiana. Algo que se debe
considerar como el primer puntal del Rexurdimento fue el cambio operado en
Murguía cuándo dejó la labor creativa en 1860, tras conseguir un gran éxito, para dedicarse por
completo a la investigación histórica y a la divulgación de ésta, así como a
difundir el ideario político surgido, principalmente, de sus
investigaciones.
Con motivo del nacimiento de su primera hija publicó 2La Primera Luz2, un
libro de lecturas escolares estructurado en veinte temas de historia y
geografía, que el Ministerio de Fomento recomendó para la enseñanza en las
escuelas de Galicia. En 1862 Murguía remató su "Diccionario de escritores
gallegos" y en 1865 marchó a vivir a Lugo,
donde editó la "Historia de Galicia". En 1870 fue nombrado archivero jefe del Archivo del Reino de Galicia y más
tarde, en 1885, Cronista General del Reino. En 1886 (año en que murió Rosalía)
publicó "Los precursores", obra en la que hace una descripción de varios
personajes de la vida cultural gallega. En 1890, Murguía dirigió junto con Alfredo Brañas
La
Patria Gallega, boletín donde se dieron las primeras claves de lo que iba a
ser, con el tiempo, el pensamiento regionalista gallego. También en
ese mismo año Murguía publicó durante unos Juegos Florales en Barcelona un discurso que
fue muy aplaudido y que hizo que lo nombraran "Maestro en Gay
Saber". En este discurso habla del sentimiento histórico y cultural
diferenciador de Galicia. Fue nombrado presidente de la Asociación Rexionalista
Galega (ARG), la primera organización política de signo decididamente
galleguista. En los Juegos Florales de Tuy de 1891, organizados por la ARG, se haría
reivindicación del uso público del gallego, lengua en que Murguía pronunciaría
el discurso inaugural.
Con 72 años surge en Murguía la idea de crear una Academia Gallega de la
Lengua, idea que comunicó a otros escritores que se daban cita en una librería
de La Coruña conocida con
el nombre de
A Cova Céltica. También en Murguía
surgió el interés por crear un diccionario de la lengua gallega, porque se
sentía falto de vocabulario; tal vez la inexistencia de este diccionario fue
determinante para que su obra en gallego fuera tan escasa. Una vez dejado el
archivo de la Delegación de Hacienda de La Coruña en 1905, y a instancias de Curros Enríquez y
del Centro Gallego de La Habana se dedicó a la tarea de fundar la Real Academia Galega. El 25 de agosto de
1906 se aprobó la creación de la Real Academia Gallega, que presidiría
hasta su muerte.
Manuel Murguía falleció el 2 de febrero de 1923, en su casa de la calle de
Santo Agostiño de La Coruña. Se le dedicó el Día de las Letras Gallegas del
año 2000. La revista de la Asociación Gallega de Historiadores se llama Murguía
en su honor.
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